El 80% de los hombres presentan a lo largo de su vida alopecia androgénica (calvicie común).
En la alopecia androgénica existe una predisposición genética, mediada por múltiples genes que hacen que ciertas hormonas (andrógenos) provoque un efecto progresivo de miniaturización, es decir que el folículo piloso se va haciendo más fino y pequeño hasta desaparecer.
Esta predisposición genética a que el pelo sea atacado por los andrógenos no se produce de la misma manera en todo el cuero cabelludo. Las zonas temporal y occipital son respetadas ya que sus folículos pilosos tienen menor sensibilidad a a la acción hormonal.
Este hecho es el que nos permite el éxito del trasplante capilar ya que el pelo trasplantado conserva las características de la zona donante y por tanto no caerá.